Las tragedias golpean nuestras vidas, impertinentes e impredecibles. Cuando esas tragedias sacuden lejanos territorios, vidas desconocidas, no son más que noticias fugaces en la televisión, nada nos importa, cambiamos de canal si nos resulta deprimente, y nuestras vidas transcurre inalterable a aquellos acontecimientos. Estos últimos veranos los incendios forestales, le han modificado la vida a miles de personas, han arrasado, extensiones inmensas de bosque, monte, siembras, debastándolo todo.
En la provincia de Cordoba, afectada por un reciente incendio, hay una mujer, en San Marcos Sierras, es una madre joven, luchadora, sensible y solidaria, a quien conocí hace algunos años y a quien aprendí a querer profundamente.
Ella con enorme sacrifico levantó su única casa, en medio del monte, éste incendio fue reciente, no se sabe quién ni cómo se produjo, lo cierto es que su casa fue reducida a cenizas, una casa que tardó años en levantarse, una casa en donde las manos embarradas de toda la familia fueron edificando paredes. Achi, es mi amiga, y está necesitando ayuda. Desearía tener el dinero para ofrendárselo y que pudiera levantar su casa nuevamente, pero lamentablemente no lo tengo, sin embargo hay algo en lo que sí puedo ayudar, y es contarles a ustedes ésta historia, para que la suma de todas las voluntades hagan la diferencia. Les agradaceré toda la ayuda que puedan darle, que no les agarre el invierno sin un techo sobre sus cabezas, creo en el amor y la solidaridad, creo en tu corazón. Mañun, Gracias.
